La región de Maestrazgo-Els Ports cuenta con una riquísima cultura propia de un lugar fronterizo que ha servido como espacio de encuentro (y a menudo de combate) entre culturas como la romana, visigoda, árabe y cristiana, o como refugio para grupos perseguidos como los cátaros y los maquis. Sus paisajes han servido de inspiración desde a artistas rupestres hasta un joven Pablo Picasso. En sus pueblos y masías se conservan restos y edificios de todas estas culturas, junto a fiestas populares centenarias y una rica gastronomía adaptada a los ambientes donde la influencia de la costa se combina con los secos ambientes montañosos.